Discapacidad y deporte. Via de escape y superación..

El dolor es temporal. Puede durar un minuto, una hora, un día o un año, pero algún día sucumbirá y algo diferente ocupará su lugar.

Si te rindes en este momento, el dolor durará para siempre.


Cuando empiezas a afrontar tu vida, tu nueva situación, tus nuevas amistades, la incorporación a tu día de hoy, que ayer fue pasado, y a enfrentarte a tus nuevos desafíos, y a uno principalmente y el más importante quizás, como es el vivir día a día, necesitarás una vía de escape en la que canalices toda esa energía negativa que las circunstancias cotidianas te van a llevar a afrontar y superar.

Unas circunstancias que serán en unos casos buenas y otras muchas y digo muchas, serán malas y muy malas.

Aún teniendo una mente fuerte y muy bien amueblada, necesitarás descargar toda esa energía en algo.

En mi caso y en mi situación de discapacitado, y lo recomiendo totalmente, fue el deporte y el ejercicio físico, es y ha sido lo mejor.

Por poco que podamos empezar a hacer, por mucho que nos cueste, por poca fuerza que tengamos, es necesario, casi imprescindible diría yo, dedicar un tiempo a cuidarnos físicamente, ya que no todo gira sólo en torno a nuestra fuerza y coraje mental.

Aunque te veas físicamente mal, aunque creas que tu lesión te impide hacer ciertas cosas, la maña y la voluntad lo consigue todo.

Lo mas fácil que tenemos a nuestro alcance es la musculación, y no digo ir a un gimnasio y levantar pesas sin parar, NO, ya que las fuerzas de cada uno al principio son las que son, y hay que ir acostumbrándose poco a poco.

Sé que es deprimente, sé que es casi depresivo y se que aunque creamos que no podemos, algo seguro que sí, encuéntralo.

El mero hecho de realizar pulsaciones en la silla, de darle manualmente a las ruedas, el levantar periódicamente medio brick de leche, intentar levantar una bolsa con una o dos patatas, ya es un gran ejercicio para nuestro comienzo, no consiste en ponerse cachas, consiste en no estar parado y quedarse compadeciéndose.

Desde luego ese poquito ya es más que si no hacemos nada y nos quedemos autoconvenciéndonos de que no tengo fuerzas, que no puedo sujetar nada con las manos, etc.

Yo os digo que hace más el que quiere que el que puede, y aunque apenas tengas fuerzas en las manos, en los brazos, en la espalda, siempre se pueden usar mañas, como vendas atadas o esparadrapo como sujeción, verás que hacen maravillas :-) sólo hay que querer.

El cuerpo humano es la maquinaria más perfecta que pueda existir, pero como la máquina que es, si no se usa, puede llegar a quedar dañada y obsoleta.

 Mente sana, cuerpo sano o viceversa, el uno sin el otro hará que esa máquina perfecta falle, más tarde o más temprano, y créeme que lo hará.

Tu calidad de vida depende de lo que estes dispuesto a dar y a sufrir al principio, y luego claro esta, a mantenerlo y seguir dando y sufriendo.

Deberás ser fuerte y afrontar que al principio no podrás, que será un golpe más a tu autoestima, a desmoralizarte.

El ver que no puedes, que estás débil, es duro muy duro, pero no podrás hoy, no podrás mañana, pero al cabo de un tiempo, ese poquito que hagas se irá convirtiendo en mucho, y te hará fuerte, te subirá la autoestima y verás y comprobarás que con pasos pequeños se va llegando lejos, aunque sea muy lentamente, sólo debes tener paciencia y ser constante.

No consiste en ganar y tener fuerza, sino en coger maña, maña que podrás en muchos aspectos sustituir a esa fuerza.

La finalidad de esto es hacerte fuerte tanto mentalmente como físicamente con un objetivo claro a conseguir. Tu independencia, dueño y señor de tu vida.

Haz ejercicio, el que puedas, como puedas, o el que te inventes que puedas hacer.
Cuida tu alimentación, y sobre todo cuida tu mente.
Ponte retos, y que no sean pequeños porque los retos pequeños son fáciles de conseguir, cuanto más grandes sean, más difíciles te los propongas y más te cueste conseguir, mejor.

Lo que no te mate te hará mas fuerte, y a más golpes mayor fuerza y más aguante tendrás.

Yo hago casi a diario ejercicio dándole a la silla, y al principio apenas podía acabar el pasillo de mi casa.

Hay días que me cuesta, que no quiero, que tengo el cuello machacado, pero tengo que hacerlo, tengo que obligarme, aún enfrentándome a situaciones muy duras, unas por culpa de la falta de accesibilidad de muchas zonas y otras por la falta de educación de la propia sociedad.

La gente puede ser muy perversa y muy mala.
Me han atropellado dos veces porque hay conductores/as que no respetan los stop, que te ven por la calle, aún no pudiendo ir por la acera, y les da igual, aceleran, te miran mal e incluso te insultan.

No miran ni preguntan si hay rampa en la acera o por qué vas por el asfalto, sólo te insultan.Y encima te dirán que te has dejado atropellar para que te paguen una silla de ruedas nueva, aunque te hayan roto el pie.

Pero es lo que hay, es la sociedad, y no creáis que son casos aislados, me los encuentro casi a diario, pero ahí estoy yo, día tras día, en la calle a rodar, quizas el día de mañana el destino les lleve a sufrien primera persona todo aquello que ahora te recriminan, y entonces lo entenderán. Que la vida es muy laaaaarga...

¿Por qué salir y aguantar todo esto? Porque tenemos y debemos hacerlo, nada ni nadie nos puede impedir sentirnos libres y disfrutar de esa mini independencia individual cuando nos tenemos que enfrentar a nosotros mismos en la lucha por la vida en la calle, a nuestra superación fisica.

Que la lucha, la fuerza y el coraje sean los únicos acompañantes en tu vida y en tus metas.

No dejes que ningún otro peso te frene, que ninguna mente obtusa te pare, y si un día caes, que lo harás, que no te vea nadie, que no lo note nadie, levántate, aguanta, se fuerte, cúrate y piensa y ten el convencimiento que cada día es distinto y mañana será uno nuevo con nuevas oportunidades.

Sal y búscalas y si no las encuentras, no cedas. En la perseverancia y la osadía está el éxito.
TU ÉXITO.

Un saludo.
Raul Martinez